Un grupo de automovilistas viaja por un agreste paisaje del sur de California. De pronto, un coche les adelanta a gran velocidad pero, al tomar una curva, se precipita por un barranco. Los automovilistas se detienen e intentan ayudar a los ocupantes del vehículo siniestrado, pero llegan tarde, y el conductor moribundo confiesa que tiene escondido un botín de trescientos mil dólares en el parque de Santa Rosita.