Stan es el capitán del equipo de softball de la CIA y Steve le venera como si fuera una estrella del baloncesto. Hayley está harta de tanta adoración por parte de Steve y quiere demostrarle que su padre es un farsante. Cuando los hermanos se enfrentan para demostrar cuál de los dos tiene razón, desvelan sin querer uno de los mayores secretos de Stan, mandándolo a una misión para encontrarse a sí mismo. Por otro lado, Francine se queda encerrada en un baño portátil.